SOBERANÍA ALIMENTARIA
Mientras la Seguridad Alimentaria se centra en la disponibilidad oportuna y suficiente, el acceso seguro y la utilización adecuada de los alimentos (sin importar de dónde vengan), la soberanía alimentaria es el derecho de cada pueblo y nación de desarrollar y mantener su capacidad de producir los alimentos básicos, sanos y seguros de acuerdo a su diversidad productiva y cultural.
La soberanía alimentaria es la condición previa para lograr una auténtica seguridad alimentaria, y es reivindicada hoy por la mayoría de los movimientos agrarios de América Latina. Solo es posible conseguirla con la conservación de la diversidad biológica a través del cuidado de los suelos, el agua, las semillas y los conocimientos ancestrales.
Las semillas son valiosos recursos genéticos desarrollados a través de los siglos y heredados de generación en generación. En cada siembra, la pequeña agricultura familiar se encarga de dar continuidad a un proceso milenario de adaptación de cultivos a condiciones climáticas cada vez más desafiantes.
La soberanía alimentaria, asimismo, depende no solo de la sostenibilidad y fortalecimiento de las prácticas agroecológicas, sino también de la elaboración y cumplimiento de políticas de Estado que la hagan posible y no prioricen a la agroindustria.