Con la agroecología otra agricultura es posible

ALGUNOS DEBATES CONCEPTUALES

“Agroecología chatarra”

Frente a la crisis de los fertilizantes, lamentablemente persiste el enfoque de la revolución verde, basado en la dependencia de costosos insumos externos, respaldado por el igualmente equivocado enfoque de sustitución de un insumo químico por otro orgánico, cuestionado hoy como “Agroecología Chatarra”, la que como único fin tiene lograr productos libres de residuos químicos, alcanzables para consumidores con buena capacidad adquisitiva y costosos en la producción.

Experiencias agroecológicas en todo el mundo prueban que sí es posible regenerar la fertilidad natural del suelo y obtener altos niveles productivos sin depender de los costosos insumos externos.

Características de la “agroecología chatarra”:

  • Mantiene los monocultivos, sustituyendo insumos químicos por orgánicos.
  • No resuelve el hecho que la mayoría de los campesinos son expulsados del mercado debido al alto costo de los insumos, principalmente abonos orgánicos.
  • No restablece un balance energético y equilibrio ecológico favorable.
  • Necesita cubrir el incremento de costos con un precio mayor, restringiéndose a nichos de consumidores de alta capacidad adquisitiva.
  • Perpetúa una cadena larga de comercio y prioriza la agroexportación. 

Políticas sobre saberes y derechos de los pueblos originarios   

Los pueblos originarios no son anacrónicos e ineficientes. Ellos son los guardianes de la biodiversidad, de los bienes comunes naturales, de los saberes ancestrales y la base social para un desarrollo amplio y sostenible y la salida de la crisis civilizatoria.

El Estado no puede ser socio, agente articulador o correa de transmisión de los intereses de los agronegocios, si no debe garantizar los derechos humanos de toda la población. Una industria que acorrala a la pequeña agricultura familiar, evitando la mejora de la calidad de vida de las comunidades productoras.

Según el Banco Mundial las pequeñas unidades son 3 a 14 veces más eficientes en la producción por área que las grandes unidades, que generalmente son de ganadería y agroexportación. Asimismo, los sistemas agrícolas de baja escala son generalmente desde 20 a 60% más productivos por área que la agroindustria.

La racionalidad agroecológica está profundamente arraigada en la agricultura tradicional, lo prueban muchos ejemplos de sistemas agrícolas exitosos y sostenibles.

Sin embargo, este conocimiento tradicional, acumulado durante generaciones, por la influencia de la agricultura industrial, en muchos lugares se va perdiendo, ya que no existen los suficientes esfuerzos para proteger y revitalizar. 

Agricultura familiar

En el 2008, la Conferencia de Johannesburgo (Naciones Unidas) y el informe del IAASTD (Banco Mundial) reunió a más de 400 científicos y expertos. La conclusión del encuentro recomendó el retorno a una agricultura holística y multifuncional con técnicas tradicionales, dirigido al consumo local, en contraposición al modelo de agricultura colonialista impuesto durante los últimos siglos. Una agricultura basada en la revitalización de la agricultura a pequeña escala, la participación de la comunidad y el empoderamiento local.

Actualmente, el 70% de los alimentos en el mundo es producido por la agricultura familiar en 350 millones de pequeñas fincas; de las cuales el 50% produce bajo un sistema de manejo regenerativo y de conservación agrícola, subsistiendo y manteniéndose en condiciones ambiental y económicamente adversas.