Contra viento y pandemia, la primera edición del curso de formación en agroecología concluyó exitosamente. Los más de 30 participantes de las regiones peruanas de Cusco, Puno y Apurímac fueron parte de un proceso formativo organizado por el Centro Bartolomé de Las Casas (CBC), y con la certificación de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.
“Para mí ha sido interesante saber sobre las prácticas agroecológicas para regenerar el suelo, para cuidar la biodiversidad y ecosistemas mediante la reforestación, forestación de plantas nativas, de plantas leguminosas y también cómo regenerar la fertilidad del suelo con abonos verdes”, explica Yenny Condori de la comunidad campesina de Pongobamba, Cusco, Perú.
Iniciado en marzo del 2020, el curso tuvo como objetivo principal la formación de agentes sociales capaces de facilitar, promover y escalar procesos de desarrollo agroecológico y territorial.
Una apuesta sostenible en concordancia con el Buen Vivir en la agricultura familiar y, también, por generar incidencia desde un enfoque regenerativo, político y territorial.
Durante dos años, el curso “Facilitación para el desarrollo territorial y agroecológico” fue impartido por Enrique Kolmans, José Luis Ricapa y Alessandra Silva, el equipo del Eje de Agroecología del CBC.
Agroecología en el terreno
Cada sesión fue no solamente una oportunidad de aprendizaje teórico y técnico, sino también fue un espacio de cuestionamiento social y político sobre el sistema agroalimentario actual, una invitación a la organización y trabajo colectivo, así como una oportunidad para conocer experiencias de otras coordenadas del Sur Andino.
Dividido en seis módulos, el programa partió de temáticas fundamentales como suelo, agua o biodiversidad. Paulatinamente se desarrollaron temas como soberanía alimentaria, gestión del territorio, agricultura familiar o mercados campesinos. Asimismo, uno de los ejes transversales del programa fue la revitalización de los saberes ancestrales y la agro-cosmovisión andina.
La dimensión práctica se trabajó bajo la metodología de campesino(a) a campesino(a). A través de visitas de intercambio y pasantías, los compañeros y compañeras participantes pudieron aplicar lo aprendido. En el caso del diagnóstico rápido participativo, por ejemplo, se buscó identificar el problema principal a nivel ecológico productivo desde las dimensiones sociales, económicas y culturales de un espacio territorial específico y proponer soluciones agroecológicas.
“Me interesaron los temas territoriales, los roles del promotor y las ferias campesinas. Las experiencias de Chinchero y Cotabambas que expusieron me parecieron interesantes. Eso hace que nosotros podemos seguir, de repente, incorporando en nuestro proyectos, en nuestras unidades territoriales, facilitando también el trabajo ¿no?”, afirma Antonio Barazorda desde Apurímac.
Yenny Condori y Antonio Barazorda fueron dos de los más de 30 participantes del programa formativo que incluyó a compañeras y compañeros de las provincias de Anta y Chinchero en Cusco, Antabamba, Cotabambas, Curahuasi, Grau y Abancay en Apurímac, y Lampa en Puno.
Tras la finalización de esta primera edición, se dará seguimiento a los procesos territoriales agroecológicos en marcha y se iniciará con la planificación de un nuevo proceso 2023-2024.
“Me veo con una obligación muy grande de compartir la experiencia, de hacer réplica en mi comunidad, en mi territorio, con mis compañeros y compañeras que se dedican a la agricultura”, comparte entusiasmada Yenny Condori desde su comunidad.